Al comienzo de la transición, las fuerzas oscuras de la oligarquía establecieron RADIO BUBAMARA en 1994, que pretendía con su programa envenenar a la clase obrera progresista ofreciéndoles entretenimiento, escucha de radio las 24 horas, discursos políticos y programas reescritos.
La gran popularidad de la radio facilitó que muchos desempleados no fueran a trabajar, no aspiraran a un puesto, un sindicato y un salario. En los últimos 10 años, RADIO BUBAMARA logró su objetivo y consiguió el grupo objetivo deseado de 400.000 desempleados, 80.000 accionistas, 100 políticos ricos y 7.000 macedonios con pasaporte búlgaro.
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